terça-feira, 6 de novembro de 2012

VYASA GITA Un tratado sobre la unión y desunión del alma

Por:  Sri Janardana

I
Es importante saber que el conocimiento, al vincularse con la acción, se apoya en tres elementos básicos a saber: Manas, o sea la facultad llamada Mente, la cual proyecta los conceptos que ella se forma; Buddhi o facultad del conocimiento, que es discernimiento y Hridaya, el corazón, centro de agrados y aversiones.


II
Las sensaciones son más sutiles que los sentidos; más sutil que las sensaciones es Manas; Buddhi es mas sutil aún que Manas, y es preciso saber que Atman es más sutil que Buddhi.


III
En cuanto al ser humano, su Buddhi, que es la facultad de conocer y discernir, es el Atman o Espíritu Universal, porque Buddhi es el conducto por donde fluye y se manifiesta el Atman.


IV
Debido a que cada uno de los órganos de los sentidos tiene una función distinta, Buddhi está en constante mutabilidad. El oído desempeña la función de oir, la piel efectúa el trabajo del tacto;


V
Al mirar los ojos dan origen a la visión; la función del gusto la desempeña el paladar (lengua); al inhalar (nariz) se produce el olfato; así Buddhi experimenta transformaciones diversas.


VI
Los órganos de los sentidos mencionados antes son el asiento de Buddhi, que reside en ellos invisible. El Buddhi que existe en el ser humano funciona formando conceptos cuya índole, por lo general, es triple.



VII
Buddhi suele así sentir a veces, la alegría, otras veces pesares. Manteniéndose imperturbable ante la alegría y el dolor, Buddhi alcanza con el tiempo, el estado de Yoga (Sintesis).


VIII
Esas oleadas emocionales son el alma misma de los tres estados, de la misma manera como el río transforma su corriente en olas al sumergirse en el mar.


IX
Aunque sea poco lo que se pida en oración, en eso mismo Manas se convierte, y unido éste a los órganos de los sentidos, dirigidos por Buddhi, funciona en el campo de la multiplicidad.


X
Todas estas operaciones de los sentidos requieren estar completamente subyugadas a través de la prescripción de reglas adecuadas y de una manera regular.


XI
Buddhi que es indivisible, reside en la mente junto con las ideas concebidas por ésta; su funcionamiento externo es incitado por la cualidad Rayas e igual cosa puede la cualidad Satwa.


XII
Cuando todos los conceptos formados se adaptan a las tres cualidades (Tamas o inercia, Rayas o acción, y Satwa o equilibrio) del pensamiento surgen, entonces, significados inteligibles, de la misma manera que el ruido de ruedas anuncia la presencia de un vehículo.


XIII
Los órganos de los sentidos en unión de Buddhi funcionan para iluminar a Manas o la mente, y en ese funcionamiento, los órganos de los sentidos toman contacto con los objetos, de un modo aparentemente casual, aunque ello es por Voluntad Divina.


XIV
Como ese funcionamiento es natural, el conocedor no se engaña a sí mismo; estando libre de toda vanidad o egotismo, no se apena por ello ni se alegra.


XV
El Atma o Espíritu Universal, no es visible a los órganos de los sentidos, los cuales, influenciados siempre por las pasiones, permanecen exitables, temerosos, indóciles y torpes.


XVI
Cuando estos órganos de los sentidos quedan completamente controlados por los rayos o poder de la mente, entonces el Atman se pone refulgente, haciéndose visible, de igual manera como la comprensión repentina ilumina al ignorante.


XVII
Y así pues, cuando Manas en sus relaciones con el mundo material se aquieta, todo entonces se ilumina. Es esta la verdad que toda persona debe anhelar.


XVIII
Así el juicioso, que no ejecuta actos malignos, ni está bajo influencia perniciosa alguna, no siente apego por ninguna cosa.


XIX
Rehusando todo cuanto sea rutinario en los actos y sintiendo uno la felicidad dentro de su propio ser, que también está en todos los seres, aquel que es juicioso no está influenciado jamás por las fuerzas cualitativas.


XX
La esencia átmica brota de él difundiéndose sobre todos los demás; a veces, las fuerzas cualitativas hacen eso mismo también; y aunque las fuerzas cualitativas no pueden comprender al Atman, éste siempre conoce la naturaleza de las cualidades.


XXI
A la vez que el Atman es testigo de las funciones cualitativas, es también su director, siempre y cuando se presenta la ocasión para ello. Se comprende asi como es el sutil funcionamiento interno de alma y cuerpo actuando conjuntamente.


XXII
Las fuerzas cualitativas originan las multiplicidades, pero, en el estado de Yoga, estas energías no operan en absoluto; las multiplicidades que ellas originan, se producen, porque esas fuerzas están unidas eternamente a la materia (prakriti).


XXIII
Así como el ave acuática, a pesar de vivir en el agua, no es mojada por ésta, así también aquel que ha alcanzado su liberación (mukti) permanece sin ser afectado por las vibraciones cualitativas, habiéndose convertido en un Yogui.


XXIV
Por haber llegado al Estado Causal, sus nuevas tareas consisten en trascenderlo también, y alcanzando así todavía un estado superior a lo más excelso que existe, llegan a su término las reencarnaciones propias de su existencia.


Fin del Vyasa Gita