Sri Vájera Yogui Dasa - Benjamin G. Valenzuela
Sinos mágicos no altar do ashram do Chile
Primer Mantram:
OM NAMAHA SHRI PARAMA RISHIBHIO YOGI BHYAH SUBHAMASTU
SARVA JAGAT HAM.
Segundo Mantram:
SAMASTA SIDDHI SAMPANNAH HARDE SWARA PURASIVAHAM PRATHAYE
SARVA LOKEBHIAH SUBHAM NITYAM BHAVATVITI.
El primer
mantram que figura em las prácticas de Yoga que nos concede el Suddha Dharma
Mandalam, es implorar a los Mahatmas (grandes almas), la felicidad para todos
los seres, tanto los que viven em diferentes planos, para los miembros de la
Organización, para los que pertenecen a otras religiones, e para aquellos que
no tienen religión.
Las oraciones que se efectúan en el Templo del Mandalam, es
para todos sin excepción, tanto para los buenos como para los no tan buenos,
para los amigos y enemigos, para los que nos ayudan, como para los que nos
dañan, para todos.
La oración va dirigida primeramente a los Grandes Angeles o
Parama-Rishis, que son los Maestros Protectores y a los grandes Santos de todas
las religiones.
El Suddha Oharma Mandalam es amplio, de una gran comprensión,
no se encierra en un dogma religioso de una Organización, sus puertas están
siempre abiertas para todos los seres.
Se ruega a los Grandes Jerarcas Divinos
de todos los planos espirituales, como también a los Santos y Santas sin
religión que han existido.
En verdad hay Santos ateos, y se les considera así
pues aunque no creyeron en Dios, vivieron una vida justa, noble, fueron héroes
o benefactores de la humanidad y aún cuando no tuvieron el conocimiento del
Supremo Espíritu de Dios, las Leyes Divinas favorecen las buenas acciones en
bien de la humanidad, elevando a estos seres a el estado espiritual que
merecieron por su ayuda el mundo.
El primer
mantram comienza con las sílabas místicas Om Namah Om Gloria, yo me rindo o yo
me entrego — ShriParama Rishibhyo Yogi Bhyah — a los Grandes Rishis (Angeles o
Sabios Espirituales) — a todos los Yogis.
Este Mantram es muy importante debido
a que infunde al discípulo desde un comienzo, la fuerza del amor desinteresado
hacia la ejecución de todos los actos de su vida, apartándole todo pensamiento
que pueda inducirle e efectuar actos indebidos, estando dispuesto a hacer el
bien, debido a la asimilación de una correcta ejecución de los ejercicios
espirituales.
¿Por qué en
este Mantram se invoca primeramente a Dios y a todos los Angeles y Santos?...
Porque estos seres están intimamente ligados a nuestro destino kármico.
El
Karma tiene varias divisiones para estudiario.
El destino es uno solo como dijo
un Maestro en el libro “El idilio del Loto Branco”.
Un Maestro de hace muchos
siglos atrás, dá la enseãnza a su discípulo en Egipto y que hoy día este
discípulo es un Maestro de la Jerarquía Blanca, le dice: Tu destino ha sido
formado por ti, nada, más que por ti.
Tu fuiste y serás el hacedor de tu propio
destino. Esta es la primera enseãnza que un Hierofante da al discípulo cuando
es admitido en un Templo Iniciático en el Antiguo Egipto.
El destino con que
nacemos, lo hemos fabricado nosotros mismos con los actos de nuestras vidas
pasadas.
El destino que vamos formando se desarrolla primeramente de manera
mecánica, no interviniendo directamente Dios en nuestro destino, ni los Santos,
ni los Angeles en esto.
Es el Karma mecánico.
Viene después otro aspecto del
Karma, el dirigido, que está manejado por la Jerarquía Divina. El trabajo de
estos Grandes Seres es ayudarnos a ajustar nuestro destino para que se nos
produzca el mayor bien posible.
Hay despúés
otro aspecto del destino que es el modificado por nosotros de acuerdo a nuestras
acciones.
Así en este mismo momento podemos estar elaborando nuestro Karma
futuro, el cual podemos midificario de acuerdo a ala acción ejecutada en el
momento.
A pesar de esto y aunque aparentemente tenemos libre albedrío, esta es
una libertad condicionada a la Voluntad Divina, pues Dios es el único
absolutamente libre.
Todos los demás seres están condicionados. Nosotros
creemos que somos libres, pero en verdad estamos dirigidos por los Grandes
Seres cuya única labor es guiarnos hacia la Gloria y Felicidad.
Sus enseñanzas
son para hacernos sabios, devotos, justos y buscadores el contacto divino y
nuestras actuaciones nos sirven para ir puliéndonos y progresando por el camino
de la vida.
Así vamos adquiriendo la sabiduría, probando lo dulce y lo amargo
de la existencia terrena.
No poderíamos saber que existe lo dulce si no
probamos la amargo y viceversa. Todo este conocimiento lo vamos adquiriendo por
esfuerzo propio.
A estos
seres Angélicos que son los del Karma dirigido, son aquellos que invocamos para
el bienestar del mundo.
Y allí estamos incluídos nosotros.