Esta escola nos leva para um caminho de auto-conhecimento objetivando nossa auto-realização, por direções simples e sintéticas através do Supremo Absoluto ! Rua: Coriolano 169/171 Bairro: Pompéia - São Paulo/SP Tel: 3862 7321 ------------------------------- A Suddha Dharma é a fonte das religiões do mundo que nutriram no passado e continuam a nutrir atualmente as sagradas aspirações da humanidade. Ela é a raiz da Luz. (Marinês Peçanha de Figueiredo)
terça-feira, 6 de novembro de 2012
El modo de superar los conflictos
Por Sri T.V. Anantaram
(Maestro Mundial de Yoga del SUDDHA DHARMA MANDALAM en Bombay, india)
Se dice que los verdaderos pensadores en el mundo son pocos y pueden ser contabilizados, mientras que la mayor parte de la humanidad se deja arrastrar.
¿Por qué?
Porque el pensar, como propiedad común de todos, no es todavía un hecho diario.
Aún está en su infancia incluso con aquellos cuyas concesiones al pensamiento son indudables; pero finalmente, se convierte en un acto mecánico, ya que las simpatías y antipatías, en la vida diaria, ejercen una influencia extraordinaria, influencia de lo más sutil que surge, si así Io podemos decir, desde el mismo momento de la manifestación del mundo.
Por lo tanto, la perspectiva más amplia acerca de la vida y las cosas, que los grandes pensadores pretenden, está limitada por las simpatías y antipatías.
Esto imposibilita a los grandes pensadores a disasociarse de los detalles con los que han podido generar una parcialidad.
Si reivindicamos el pensamiento y si queremos también, encontrar las verdades tal y como son y no como nos gustaría que fuesen, es de cajón que debemos rechazar nuestras simpatías y antipatías.
Si pudiéramos lograrlo, su evidencia sería manifiesta en el fluir feliz de la vida diaria, ya que elimina el conflicto y con él las penas. -
El conflicto se encuentra en nuestra naturaleza, no en la sociedad, porque las simpatías y antipatías están en nuestro Yo.
Descubrimos en nosotros que tenemos tal fuerte predisposición, en el contacto con los demás, a través del aprendizaje y de lo que llamamos “experiencias”, que poco a poco nos especializamos en la “atracción y repulsión” de acuerdo a las más profundas necesidades congénitas a nuestra naturaleza, tanto en el campo del conocimiento arte, ciencia, filosofía o religión como en otras muchas subdivisiones de la vida.
Y así, cultivamos el pensamiento mecánico y con ello creamos una sociedad buena o mala, alta o baja.
De ese modo preparamos el terreno para el conflicto.
Tal estado de sociedad subdividida en lo bueno y en lo malo podría ser una necesidad aparente, sólo si nos libera del conflicto.
Cuando es así y el conflicto no desaparece, nos percatamos de que nuestra mentalidad tendente a la dicotomía bueno-malo, es esclava de nuestras “simpatías y antipatías" a pesar de que intrínsecamente no sea así.
Los individuos se enredan una y otra vez en su propia mente como resultado del conflicto en uno mismo.
Hasta que no esté libre de esto, y comience a pensar independientemente y tenga un cambio de perspectiva (impersonal), este mecanismo se repetirá y poco a poco el individuo enfermará y con él la sociedad.
A la capacidad de pensar independientemente, la cual previene del engancharse a la ley de atracción y repulsión, y permite ver las cosas como son; se 1a conoce como: Gnana. Puedes llamarlo pensamiento-independiente, pensamiento-integral, sabiduría, visión de las cosas en su verdadera perspectiva, con el verdadero ojo de la mente sin tacha de predisposiciones.
Todos estos significados se aproximan a la suprema expresión Gnana. Decimos adiós a nuestras insignificantes simpatías y antipatías cuando se obtiene la capacidad de pensar independientemente (Gnana).
Y esto se consigue con la práctica del estudio correcto, de la reflexión y de la meditación, lo que otorga salud y amplitud de miras.
Tan amplio entendimiento, leal a las demandas en su verdadero sentido, verdadera religión y pura ciencia, es lo que el Yoga y el Suddha Dharma, (Pura Verdad) nos ayudan a conseguir.
El éxito es la sabiduría para descifrar la fórmula de toda causa.
¡OM TAT SAT!