terça-feira, 6 de novembro de 2012

EL KARMA Y SUS DIVISIONES


Sri Vájera Yogui Dasa - Benjamin G. Valenzuela 

Sinos mágicos no altar do ashram do Chile


Primer Mantram:
OM NAMAHA SHRI  PARAMA RISHIBHIO YOGI BHYAH SUBHAMASTU SARVA JAGAT HAM.

Segundo Mantram:
 SAMASTA SIDDHI SAMPANNAH HARDE SWARA PURASIVAHAM PRATHAYE SARVA LOKEBHIAH SUBHAM NITYAM BHAVATVITI.


El primer mantram que figura em las prácticas de Yoga que nos concede el Suddha Dharma Mandalam, es implorar a los Mahatmas (grandes almas), la felicidad para todos los seres, tanto los que viven em diferentes planos, para los miembros de la Organización, para los que pertenecen a otras religiones, e para aquellos que no tienen religión.

 Las oraciones que se efectúan en el Templo del Mandalam, es para todos sin excepción, tanto para los buenos como para los no tan buenos, para los amigos y enemigos, para los que nos ayudan, como para los que nos dañan, para todos. 

La oración va dirigida primeramente a los Grandes Angeles o Parama-Rishis, que son los Maestros Protectores y a los grandes Santos de todas las religiones. 

El Suddha Oharma Mandalam es amplio, de una gran comprensión, no se encierra en un dogma religioso de una Organización, sus puertas están siempre abiertas para todos los seres. 

Se ruega a los Grandes Jerarcas Divinos de todos los planos espirituales, como también a los Santos y Santas sin religión que han existido.

 En verdad hay Santos ateos, y se les considera así pues aunque no creyeron en Dios, vivieron una vida justa, noble, fueron héroes o benefactores de la humanidad y aún cuando no tuvieron el conocimiento del Supremo Espíritu de Dios, las Leyes Divinas favorecen las buenas acciones en bien de la humanidad, elevando a estos seres a el estado espiritual que merecieron por su ayuda el mundo.

El primer mantram comienza con las sílabas místicas Om Namah Om Gloria, yo me rindo o yo me entrego — ShriParama Rishibhyo Yogi Bhyah — a los Grandes Rishis (Angeles o Sabios Espirituales) — a todos los Yogis.

Este Mantram es muy importante debido a que infunde al discípulo desde un comienzo, la fuerza del amor desinteresado hacia la ejecución de todos los actos de su vida, apartándole todo pensamiento que pueda inducirle e efectuar actos indebidos, estando dispuesto a hacer el bien, debido a la asimilación de una correcta ejecución de los ejercicios espirituales.

¿Por qué en este Mantram se invoca primeramente a Dios y a todos los Angeles y Santos?... Porque estos seres están intimamente ligados a nuestro destino kármico. 

El Karma tiene varias divisiones para estudiario.

 El destino es uno solo como dijo un Maestro en el libro “El idilio del Loto Branco”. 

Un Maestro de hace muchos siglos atrás, dá la enseãnza a su discípulo en Egipto y que hoy día este discípulo es un Maestro de la Jerarquía Blanca, le dice: Tu destino ha sido formado por ti, nada, más que por ti. 

Tu fuiste y serás el hacedor de tu propio destino. Esta es la primera enseãnza que un Hierofante da al discípulo cuando es admitido en un Templo Iniciático en el Antiguo Egipto. 

El destino con que nacemos, lo hemos fabricado nosotros mismos con los actos de nuestras vidas pasadas. 

El destino que vamos formando se desarrolla primeramente de manera mecánica, no interviniendo directamente Dios en nuestro destino, ni los Santos, ni los Angeles en esto. 

Es el Karma mecánico. 

Viene después otro aspecto del Karma, el dirigido, que está manejado por la Jerarquía Divina. El trabajo de estos Grandes Seres es ayudarnos a ajustar nuestro destino para que se nos produzca el mayor bien posible.

Hay despúés otro aspecto del destino que es el modificado por nosotros de acuerdo a nuestras acciones. 

Así en este mismo momento podemos estar elaborando nuestro Karma futuro, el cual podemos midificario de acuerdo a ala acción ejecutada en el momento. 

A pesar de esto y aunque aparentemente tenemos libre albedrío, esta es una libertad condicionada a la Voluntad Divina, pues Dios es el único absolutamente libre. 

Todos los demás seres están condicionados. Nosotros creemos que somos libres, pero en verdad estamos dirigidos por los Grandes Seres cuya única labor es guiarnos hacia la Gloria y Felicidad.

 Sus enseñanzas son para hacernos sabios, devotos, justos y buscadores el contacto divino y nuestras actuaciones nos sirven para ir puliéndonos y progresando por el camino de la vida.

 Así vamos adquiriendo la sabiduría, probando lo dulce y lo amargo de la existencia terrena.

 No poderíamos saber que existe lo dulce si no probamos la amargo y viceversa. Todo este conocimiento lo vamos adquiriendo por esfuerzo propio.

A estos seres Angélicos que son los del Karma dirigido, son aquellos que invocamos para el bienestar del mundo. 

Y allí estamos incluídos nosotros.