terça-feira, 19 de maio de 2020

DIOS Y EL DOLOR



Por: Don Benjamin Gúsman Valenzuela (Sri Vajra Yogui Dasa)


-Pregunta:
La pregunta que voy a hacerle es muy interesante. Me he fijado en algunas personas de distintas religiones que hacen sacrificios, porque creen que Dios goza con tales actos. ¿Será verdad?
Respuesta:
Es muy general la idea de que el Dios personal, Director de la evolución de este mundo terrestre, le agraden los sacrificios y por esta creencia hay quienes se someten a dolorosas pruebas o a diversos renunciamientos. Por ejemplo: Hay personas que deciden no ir al cine. ¿Cree usted que a Dios le importa que alguien vaya o no al cine? Otros que pueden servirse un exquisito pastel no se lo comen, por amor a Dios. ¿Cree usted que a Dios le complace ese deseo no satisfecho? Hay otros que se ponen cilios en el cuerpo o se martirizan en diversas formas hasta llegar a hacerse llagas, como aquellas personas que acuden a una iglesia o a otro sitio venerado caminando sobre sus rodillas hasta hacerlas sangrar. Todo esto y mucho más lo hacen imaginando que al Dios de la tierra le complace el dolor.

-Pregunta:
Entonces, el glorioso Dios de la tierra solamente anhela que los seres no sufran ¿Verdad?
Respuesta:
Es una herejía pensar y creer que al Divino Ser le guste el dolor o las angustias de sus propios hijos. Ningún padre normal, ni madre sensata desea que sus hijos pasen frío, hambre, dolores, etc. a ningún ser realmente humano le puede agradar ninguna clase de martirio al prójimo. Tanto es así que cuando sucede una catástrofe en algún país, se conmueven las naciones y acuden a aliviar las desgracias. ¿Acaso los hombres de esta tierra son superiores en sentimientos que Dios? Él no puede ser inferior en sentimientos de bondad y de amor que cualquier ser humano, pues supera todas las buenas cualidades de los hombres y de los ángeles.

-Pregunta:
Entonces, Dios no acepta el sacrificio del dolor, sino que lo rechaza, como lo han enseñado los grandes Avataras. Ellos han predicado el servicio y el socorro que debemos brindar para aliviar todo sufrimiento ¿Verdad?
Respuesta:
Narayana y la Jerarquía están siempre ocupados para hacernos felices, no solamente en la tierra, sino que también en los planos espirituales a donde llegaremos definitivamente al final de nuestra evolución terrestre.

-Pregunta:
Pero antes de llegar a ocupar esos grados angélicos, nosotros estaremos sujetos a una Ley?
Respuesta:
Si a la Ley de la Evolución en el conocimiento de la vida y de la brillantes o purificación del alma. Nuestro espíritu tiene múltiples facetas que deben pulirse en la faceta sentimental, del poder y de la sabiduría.

-Pregunta:
Cómo se puede llegar a esto apreciado Instructor?
Respuesta:
Nuestro espíritu, quiéralo o no, tiene que dejar de ser la piedra bruta impulsada por una fuerza inmanente para ir transformándose en el diamante pulimentado, puro y perfecto. La Ley de Justicia que está gravitando sobre nosotros no actúa para castigarnos y condenarnos inútilmente, sino que, para conducirnos al progreso, haciéndonos más dignos y mejores. Debido a nuestra ignorancia faltamos, muchas veces gravemente a diversas leyes materiales y espirituales, pero lo sepamos o no, la Ley Divina nos corrige para enseñarnos y llevarnos a la perfección. Si alguien, ignorante de la Ley de Gravedad se lanza desde una torre y se quiebra los brazos y las piernas, ha sido porque la Ley de gravedad está actuando siempre automáticamente, aun cuando tal ley se ignore. Así las leyes espirituales están y quedaran actuando a favor o en contra nuestra, según sean los actos ejecutados. El mundo está regido por leyes de automática justicia absoluta, aquí en la tierra y en el más allá.
Esa ley es conocida como la Ley del Karma que no es fatalismo pues es modificable por los nuevos actos efectuados consecutivamente, en cada momento de la vida.

-Pregunta:
Entonces cuando nos quejamos de nuestra mala suerte ¿Es porque desconocemos los actos que hemos realizado en otras existencias?
Respuesta:
Según la palanca que vayamos moviendo en el viaje de la vida terrenal, pondremos en marcha diversos mecanismos espirituales que nos harán recoger el fruto de nuestros actos. Los bienes que la vida en justicia nos otorga, hacemos bien en disfrutarlos, porque son el resultado de nuestras acciones buenas o inteligentes, tal vez ejecutadas en vidas anteriores, pero cuando el lujo y la riqueza son logrados a cambio del engaño o dolor ajeno, entonces son semillas de desgracia en esta vida o en las reencarnaciones venideras.

-Pregunta:
Todo lo que a nosotros nos atrae placer por medio del dolor ajeno, de la astucia o del engaño… Es castigado?
Respuesta:
Nosotros si tenemos muchos bienes y sabemos administrarlos en beneficio del prójimo, seremos bendecidos por los Seres Divinos, pero si nos apartamos de la vida espiritual, los mismos bienes nos arrastraran a la vida mundana, perjudicial, ociosa e inútil y todas las cosas que nosotros amamos ahora, nos acarrearan inquietudes, dolores y por último, nos serán quitadas por los Seres que dirigen el Karma desde lo oculto de la vida. Cuando recibimos un bien, se gana muchísimo al repartirlo con buen criterio entre aquellos que lo necesitan, ya sea la madre, el padre, el hermano, el amigo. Es una ley de la Jerarquía Divina, administrar los bienes que Dios nos ha dado en beneficio de todos los seres. Por un motivo justo debemos sacrificarnos, aun cuando aparentemente nos perjudiquemos en la presente vida. Por una causa superior hay que estar dispuesto a dar el máximo. Un sacrificio es útil cuando es productivo de bienes para sí mismo, para otra persona o para la colectividad; de nada sirve sacrificarse si no se beneficia a otros y solamente se vive con intenciones personalistas, deseando bienes terrenales exclusivamente para nuestro propio y egoísta placer.

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DEUS E A DOR

Por: Don Benjamin Gúsman Valenzuela (Sri Vájra Yogui Dasa)


P: A pergunta que vou-lhe fazer é muito interessante. Tenho observado que algumas pessoas, de diferentes religiões , fazem sacrifícios por que creem que Deus se regojiza com tais atos. Será verdade?
R: É generalizada a ideia de que ao Deus pessoal, Diretor da evolução deste mundo terrestre, agradam-lhe os sacrifícios e por esta crença a quem se submeta a dolorosas provas ou a diversas renúncias.
Por exemplo:  Há pessoas que decidem não ir ao cinema. O senhor acredita que a Deus lhe importa que alguém vá ao cinema ou não? Outros que mesmo servidos com uma deliciosa torta não a comem por amor a Deus. Acredita o senhor que Deus se compraz  com este desejo não satisfeito?
Há outros que se implantam pedras no corpo ou se martirizam de diversas formas, chegando até a produzir-se chagas, como àquelas pessoas que vão a uma igreja, ou a outro lugar venerado, caminhando sobre seus joelhos até que sangrem.
Tudo isso, e muito mais, o fazem imaginando que ao Deus da Terra lhe agrada a dor.

P: Então é verdade que o Glorioso Deus da Terra somente almeja que os seres não sofram?
R: É uma heresia pensar e crer que o Divino Ser goste da dor ou das angústias de seus próprios filhos. Nenhum pai normal, nem mãe sensata, deseja que seus filhos passem frio, fome, dores, etc. A nenhum ser realmente humano pode lhe agradar algum tipo de martírio do próximo. Tanto é assim que quando acontece uma catástrofe em algum país as nações se comovem e acodem para aliviar as desgraças. Por acaso os homens desta Terra são superiores, em sentimentos, a Deus? Ele não pode ser inferior em sentimentos de bondade e de amor que qualquer ser humano, pois supera todas as boas qualidades dos homens e dos Anjos.

P:  Então Deus não aceita o sacrifício da dor e sim o rejeita, como o tem ensinado os Grandes Avataras.
Eles tem predicado o serviço e o socorro que devemos brindar para aliviar todo o sofrimento, não é verdade?
R: Narayana e a Hierarquia estão sempre ocupados para nos fazer felizes, não somente na terra senão também nos planos espirituais onde chegaremos definitivamente ao final de nossa evolução terrestre.

P: Mas antes de chegarmos a esses graus Angélicos não estaremos sujeitos a uma Lei?
R: Sim, à Lei da evolução no conhecimento da vida e do brilhantismo ou purificação da alma. Nosso Espírito tem múltiplas facetas que devem ser polidas na faceta sentimental, na do poder e na da sabedoria.

P: Como se pode chegar a esse apreciado Instrutor?
R: Nosso espírito, querendo ou não, deve deixar de ser a pedra bruta impulsionado por uma força emanadora para ir se transformando em diamante  polido, puro e perfeito. A Lei da Justiça que está gravitando sobre nós não atua para castigar-nos e condenar-nos inutilmente, senão para conduzir-nos ao progresso, fazendo-nos mais dignos e melhores. Devido a nossa ignorância muitas vezes cometemos faltas graves à diversas Leis materiais e espirituais, mas saibamos ou não, a Lei Divina nos corrige para nos ensinar e elevar-nos à perfeição. Se alguém, que ignora a lei da gravidade, se jogar de uma torre e quebrar os braços e as pernas é por que a lei da gravidade está atuando sempre, automaticamente, mesmo quando a lei não é conhecida. Assim as leis espirituais estão e continuarão atuando, a favor ou contra nós, de acordo com os atos executados. O mundo está regido por leis de automática justiça absoluta, aqui na terra e no além. Essa lei é conhecida como a lei do Karma, que não é fatalismo, pois é modificável por novos atos efetuados consecutivamente em cada momento da vida.

P: Então quando nos queixamos de nossa má sorte é por que desconhecemos os atos que realizamos em outras existências?
R: Dependendo da alavanca que movamos na viagem da vida terrena poremos em marcha diversos mecanismos espirituais que nos farão colher o fruto de nossos atos. Fazemos bem em desfrutar os bens que a vida justamente nos dá por que são o resultado de nossas boas e inteligentes ações, talvez executadas em vidas anteriores, mas quando o luxo e a riqueza são alcançados em troca do engano e da dor alheia, então são sementes de desgraças nesta vida ou nas reencarnações futuras.

P: Tudo o que nos traz prazer por meio da dor alheia, da astúcia ou do engano é castigado?
R: Se temos muitos bens e sabemos administrá-los em benefício do próximo, seremos abençoados pelos Seres Divinos, mas se nos separamos da vida espiritual, os mesmos bens nos arrastarão à vida mundana, prejudicial, ociosa e inútil e todas as coisas que amamos agora acarretarão inquietudes, dores e, por último, nos serão tiradas pelos Seres que dirigem o Karma desde o oculto da vida. Quando recebemos um bem ganha-se muito se o repartirmos com critério entre aqueles que o necessitam, seja a mãe, o pai, o irmão, o amigo. É uma Lei da Hierarquia Divina, administrar os bens que Deus nos tem dado, em benefício de todos os seres. Por um motivo justo devemos sacrificar-nos, mesmo quando aparentemente nos prejudiquemos na vida presente. Por uma causa superior temos de estar dispostos  a dar o máximo. Um sacrifício é útil quando produz bens para si mesmo, para outra pessoa ou para a coletividade. De nada serve sacrificar-se a si mesmo senão se beneficia a outros e somente se vive com intenções individualistas, desejando honras mundanas e divinas ou bens terrenos exclusivamente para o nosso próprio e egoísta prazer.